llegó la segunda entrega de testimonios! Con el mismo espíritu de compartir nuestras experiencias y estimular la autoreflexión sobre nuestros procesos físicos, emocionales y sociales como mujeres, este mes hemos decidido hablar sobre las emociones experimentadas antes y durante la menstruación.
las preguntas guía fueron las siguientes:
¿Eres consciente de las emociones que experimentas durante la menstruación? ¿cuáles son?
¿Crees que es algo que "debe controlarse"? ¿Crees que es un "problema"?
Si te alteras, ¿qué haces?
¿Sigues algún método anticonceptivo (píldora, inyección, DIU, anillo vaginal, etc.)? En caso afirmativo ¿has notado la diferencia en tu estado de ánimo cuando lo tomas y cuando no?
Una vez más, te invitamos a leernos y a compartirnos tu experiencia :)
Puedo ver con claridad que cada mes, de esos momentos de mucha sensibilidad y de crisis, han salido reflexiones importantes que me han ayudado a avanzar situaciones en muchos sentidos; a resolver cuestiones internas relevantes en mi vida. Lisel
Nunca he creído que esas emociones tengan que reprimirse o esconderse; por el contrario, siempre he pensado en la libertad que tenemos de guardarnos durante algún momento, de “abandonar” el mundo si así lo deseamos o de pedir abiertamente un abrazo. Eunice
Lo curioso es que el primer día que me baja la menstruación, siento como una especie de “liberación emocional”, lo percibo como si, junto a toda esa sangre que va saliendo de mi cuerpo, saliesen conjuntamente las emociones negativas, paralizadoras e inhibidoras de mi actividad (tanto física como mental). Paqui
Nunca me he inclinado por el control médico de las emociones, creo simplemente que si hay un momento en el que quieres reír, llorar, o lo que sea, pues hay que dejar que fluya. Y el dejarlo fluir implica hacerlo de la mejor manera. Morgana
Hasta la fecha sigo sorprendida en el efecto brutal de los anticonceptivos (orales, que son los que yo conozco) en el estado de ánimo de las mujeres. ¡Es que me apagaron las emociones! Y yo ni en cuenta… o más bien sí me di cuenta, pero es una parte tan estigmatizada, los altibajos emocionales que se agudizan cuando estamos menstruando, que preferimos simplemente apagarlos. Cada vez me convenzo más de que son un llamado, de nuestro propio cuerpo, a atendernos, a dedicarnos un rato del día o tal vez, mañanas o tardes completas. Denisse
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