Un hermoso mandala, hecho con sangre menstrual, que nos muestra dos caras de ser mujer, por una parte, la potencia creadora, por otro el sufrimiento ocasionado por la ignorancia y la intolerancia.
"En un nivel, mi proyecto se relaciona con mi propia sangre menstrual, con ese tiempo secreto femenino que ha sido reducido por la cultura patriarcal occidental a algo sucio. En un nivel más profundo, mi sangre menstrual es utilizada como puente y vehículo para expresar el dolor y la pérdida, lo que siento cuando escucho y atestiguo el dolor mental y vaginal que sufren muchas niñas y mujeres, pertenecientes a mi comunidad lésbica negra, a causa de las de las "violaciones curativas". (Muholi, Period pains)
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