Dicen que las lunas de octubre son las más bellas. Este año, fue además, una de las más intensas ya que hemos decidido cuestionar, revisar y escribir sobre la relación con la madre, sin duda un tema complejo y muy retador.
Varias de las mujeres que seguimos a través del internet, de sus publicaciones y de sus experiencias hablan de la importancia de sanar la relación con la madre. Una de ellas es la Dra. Christiane Northrup, quien en su libro "Madres e hijas. Sabiduría para una relación que dura toda la vida" escribe lo siguiente en la primera página:
cada hija contiene a su madre y a todas las
mujeres que la precedieron. Los sueños no realizados de nuestras antepasadas
maternas forman parte de nuestro legado. Para tener salud y felicidad óptimas,
cada una de nosotras debe tener claro de qué modo la historia de nuestra madre
influyó en nuestro estado de salud, nuestras creencias y nuestra manera de ver
la vida, y continúa haciéndolo. Cada mujer que se sana a sí misma contribuye a
sanar a todas las mujeres que la precedieron y a todas aquellas que vendrán
después
Es decir, somos
parte de una cadena y el lugar que ocupamos está directamente influido por
quienes nos precedieron. Algunas de ustedes también son madres, otras están
pensando en serlo, eso ya es otro capítulo, pero todas nosotras somos hijas, y
nuestras madres también, antes que madres son mujeres e hijas de otra mujer.
El ejercicio fue pensado de tal forma que intentáramos separar a la mujer de la madre y el momento en que entramos en escena, ¿de qué manera? y ¿cómo hemos ido construyendo nuestra propia historia?
En esta ocasión trabajamos con las siguientes preguntas:
¿Cómo es
mi madre? es decir ¿cómo la veo?
¿Soy
capaz de quitarle la etiqueta de madre y ver a la mujer? ¿a quién veo?
¿Puedo
identificar lo que ella quiso enseñarme y lo que aprendí inconscientemente?,
¿Qué
hice con esas enseñanzas? ¿Las rechacé o las abracé?
¿dónde
estoy yo en esa historia? ¿cómo construyo mi historia con ella?
Los siguientes son fragmentos de los testimonios de las carperas que se atrevieron a tomar la pluma y contarnos sus historias:
La verdad es que no me resulta fácil definir a
mi madre, pero sé que, como muchas de las personas que me rodean y que han
influido en mi vida, tiene aspectos que adoro y otros de los que he intentado
huir toda mi vida, pero ambos aspectos me han enriquecido como persona y me han
hecho ver las cosas importantes de la vida. Paqui
me gusta pensar en ella y las decisiones que asumió
a lo largo de la vida como si pensara en una amiga o en mi misma. Sólo entonces
he podido entender que nuestra relación siempre estuvo cargada de un amor
infinito y de la exigencia de mi parte para que ella fuera “la mamá” todo el
tiempo, sin posibilidades a ser persona plenamente.
Morgana
Para leer los testimonios completos haz click aquí
Antes de despedirme, quiero mencionar que gran parte de la reflexión previa a la formulación de este ejercicio, estuvo inspirada en el trabajo de Erika Irusta. Para quien no la conozca, en su blog tienen acceso a boletines, videoconferencias, recursos online y un largo y rico etcétera.
Con mucho cariño a todxs!
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