La
dinámica de los testimonios ha cambiado un poco con el objetivo de incluir
experiencias de otras mujeres. El propósito sigue siendo reflexionar
desde la experiencia personal sobre salud sexual, reproductiva, etc. que sean de interés común. A partir de esta
luna, los testimonios irán intercalados: presentaremos experiencias de mujeres que no forman parte de LCR un
mes y el siguiente serán los testimonios de las integrantes de la carpa roja, así sucesivamente.
En esta
ocasión les presento la historia de Ana, una de mis más queridas amigas, quien hace poco más de un año vivió la experiencia de parir en casa. Luego de
un embarazo sin complicaciones, Felipito nació en casa. La historia de cómo bebé colibrí llegó al mundo me emocionó de sobremanera por tratarse de la experiencia
de una entrañable amiga, pero también me hizo reflexionar sobre la necesidad que tenemos
las mujeres de [re]tomar el control de nuestros cuerpos, de reivindicar el
embarazo y el parto.
Para escribir su testimonio le hice muchas preguntas, pienso que vale la pena reflexionar sobre éstas:
¿Cómo tomaron la decisión de que el bebé naciera en casa?
¿Cómo participó tu pareja?
¿Qué opinaron sus madres al respecto?
¿Cómo se sienten después de haber parido en casa?
Esto es parte de lo que ella respondió:
Parir
en casa te da libertad y seguridad. Si tú ves a las hembras que van a parir,
ellas se quieren recluir y buscar un lugar donde estén tranquilas y seguras... así
pues con nosotras, quieres estar en un ambiente en el que sabes que las
personas que están alrededor tuyo te van a cuidar y sentirte querida y libre. Si
mi segundo embarazo es normal (el 95% lo son), lo tendremos otra vez en casa.
¿Ustedes qué piensan?
También tuve mi parto en casa, fue una experiencia hermosa.
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